La estupenda película de Jim Sheridan ("Mi pie izquierdo" y "En nombre del Padre") nos servirá para seguir tratando LA MOTIVACIÓN HUMANA: hablar sobre las dificultades en los "procesos de cambio" (experiencia migratoria) y de cómo a través de una actitud perseverante y fuerte junto con la unión familiar se puede salir adelante (PROACTIVIDAD Y RESILIENCIA).
Uno de los mayores aciertos del film es ESA VISIÓN INFANTIL (algo mágica) que nos da la protagonista a través de las filmaciones desde su cámara.
Para saber más de la película....
Sheridan ( el director) al hablaAcostumbrados a tanto film irlandés depresivo, sorprende la esperanza de cada fotograma de En América. Charlando con JimSheridan, nos comentó: "No sé si voy a contracorriente con el resto de artistas irlandeses. El oprimido hace muchas veces el trabajo de opresor mejor que el propio verdugo. Con el film he pretendido hacer el retrato de una familia buena, protectora, no compuesta de alcohólicos; con los padres enamorados, y unas niñas no resultado de la ira. Ya está bien de rodar siempre irlandeses muertos."
El tema principal es la familia: "Quizá sea la película más cercana a mí mismo, más que personal. No sé cuál es su argumento concreto, a veces los recuerdos emergen sin querer. La relación padre-hijo ha evolucionado desde el patriarca sobreprotector de mediados de siglo. Ahora, es la madre quien protege demasiado al niño, ya que el padre suele estar ausente. Eso ocurre en los guetos de EE.UU, provocando el fenómeno rap. En Irlanda, el padre no violento vuelve a mandar. Las mujeres son más listas. Leen las emociones y saben que la infidelidad lleva a la violencia. Los pilares de la cultura anglosajona son las mujeres."
decine21.comEn América es por encima de todo una reflexión sobre la familia. No la familia idílica de La casa de la pradera, sino una familia marcada por el dolor y que necesita un intenso trabajo de purificación. Pero los profundos lazos de amor que hay en esa familia harán posible que cada uno vaya afrontando con éxito sus propios fantasmas. Y hay un fantasma común: la muerte en el pasado de Frankie, el único hijo varón, que murió a los dos años de un tumor cerebral. La madre afronta ese drama con voluntarismo (“Hay que hacer como si fuésemos actores”); el padre, con una especie de ataraxia nihilista cargada de odio hacia Dios (“Le juré a Dios que no me volvería a ver llorar”; “Yo ya jamás me arrodillo”); sin embargo, las niñas lo afrontan con dolor maduro, con fe en Dios y en la inmortalidad de Frankie.
Aunque hay una cierta confusión entre magia y fe, lo cierto es que Jim Sheridan (Dublín, 1949) no sitúa el sueño americano en sus claves habituales de éxito profesional y económico, sino en el éxito de la propia salvación.
PROACTIVIDAD O REACTIVIDAD?El síndrome de UlisesTabla de Análisis de los personajes
Aunque el tema central de la película no es la MIGRACIÓN, nos puede servir de razón suficiente para ACERCARNOS a algunos de los problemas psicológicos que conllevan los procesos migratorios....
Trastornos relacionados con la migración:
EL SÍNDROME DE ULISES
Desde hace algunos años la psiquiatría estudia los trastornos relacionados con la migración y el cambio de ambiente. El psiquiatra y profesor de la Universidad de Barcelona, Joseba Atxotegui, que trabaja en el SAPPIR: Servicio de Atención Psicopatológica y Psicosocial a Inmigrantes y Refugiados del Hospital San Pedro Claver de Barcelona, dice que existe un síndrome típico de las personas que emigran en la actualidad y al que ha denominado Síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple o Síndrome de Ulises.
Actualmente las personas que emigran deben adaptarse rápidamente a los múltiples cambios que se producen en la familia y los amigos, el idioma, la cultura, la situación social, el contacto con otros grupos y el riesgo físico que a veces implica, al mismo tiempo que deben buscar la manera de sobrevivir. Por otra parte la emigración supone la vivencia de un duelo por lo que se deja atrás, se entiende por duelo un “complejo proceso de reorganización personal que tiene lugar cuando se pierde algo que es significativo para la persona”. Estos importantes cambios son los que generan un estrés superior a las capacidades de adaptación y que favorecen la aparición de diversos síntomas.
El síndrome de Ulises hace referencia al protagonista de La Odisea de Homero, que narra el viaje de regreso de Ulises, también llamado Odiseo a Ítaca, en el cual el héroe sufre diversos peligros y adversidades y describe el sentimiento de tristeza que lo consume por estar lejos de su país y seres amados. Si bien los inmigrantes ilegales o quienes corren el peligro de llegar a serlo son las principales víctimas del síndrome, también los desplazados internos de un país presentan síntomas similares debido al gran cambio que ha operado en sus vidas, como es el caso de países en guerra o donde se han sufrido de catástrofes naturales.
Atxotegui sostiene que las migraciones que se viven en la actualidad son diferentes de las anteriores, y se diferencian principalmente en las restrictivas políticas migratorias que lleva a los inmigrantes a vivir situaciones de estrés y que hace que el problema sea nuevo. “Antes los inmigrantes tenían más posibilidades de regularizarse y de progresar, no eran perseguidos –dice–. Pero el cierre de fronteras los ha llevado a vivir situaciones límite, estas personas tienen ahora unas trabas enormes”. Y agrega que para quienes han hecho tanto esfuerzo, no salir adelante es extremadamente penoso, y el fracaso en soledad es aun mayor.Características del Síndrome
Existen cuatro focos de tensión vinculantes:
1- la soledad que padecen los que llegan a otro país, que no conocen a nadie y que no pueden traer a la familia porque primero tienen que buscar estabilidad económica. Afecta sobre todo a las mujeres que deben dejar a sus hijos.
2- El sentimiento de fracaso, porque no consiguen trabajo o no pueden mejorar sus condiciones laborales y sienten que tanto esfuerzo se hace inútil.
3- La preocupación constante acerca de la alimentación, vivienda y trabajo, experimentan situaciones muy duras en la lucha por la supervivencia.
4- El miedo al que han sido sometidos aquellos que han llegado en pateras, o que son víctimas de mafias o simplemente el temor a ser deportados por la situación irregular en la que se encuentran.
Síntomas frecuentes:
Tristeza, llanto, irritabilidad, culpa, insomnio, temor al fracaso, ansiedad y tensión causados por la cantidad de decisiones que el inmigrante debe tomar en tiempo breve, culminan a menudo en síntomas físicos o somatización del problema. Aparecen entonces, dolores de cabeza, fatiga, molestias en músculos y huesos... son todas respuestas al estrés.
La tristeza y el llanto que sienten los inmigrantes debe diferenciarse de un cuadro depresivo típico, porque estas personas no sienten apatía sino que tienen ganas de luchar y salir adelante. Dichos sentimientos están más bien relacionados con el dolor de las pérdidas y el sentimiento de soledad. “En general, el inmigrante posee una gran capacidad de lucha que le hace querer ir hacia delante incluso en contextos muy adversos –explica Atxotegui–. Podemos decir que estas personas están caídas, pero no vencidas”.
Otros síntomas característicos son la ansiedad y la tensión generados por las preocupaciones de encontrar estabilidad laboral, vivienda, residencia legal, etc. que además los llevan a obsesionarse y en muchos casos les provoca trastornos del sueño por el hecho de pensar permanentemente en ello.
La culpa se asocia al hecho de dejar hijos pequeños en el país de origen, o padres ancianos y enfermos.
Tratamiento
El especialista sostiene que es necesario conocer la cultura de origen del inmigrante, sus valores y su concepción de salud a la hora de realizar un tratamiento adecuado. Propone también, para afrontar la problemática, un tratamiento médico interdisciplinar, donde la entrevista terapéutica, la relación médico-paciente y el abordaje de las diferencias culturales y lingüísticas se realice con técnicas específicas.
El aislamiento y la soledad no son aconsejables para superar este trastorno, es importante poder compartir lo que se siente, y ser consciente de que no se está solo con esta problemática, que afecta a muchas personas más y que hay profesionales capacitados para ayudarles.
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